7/01/2012

Capítulo 18 / La jornada


Dani fue el primero en deslumbrarse con un rayo de sol que se filtraba por una rendija de la persiana y miró a los dos que compartían la cama con él, fijándose particularmente en la expresión plácida de Raúl.
Debía rozar el cielo porque su boca dibujaba una sonrisa mitad lujuriosa y medio descarada, pero no exenta de un rictus de feliz inocencia como la del niño que sueña con el deseado juguete que la tarde anterior le regalaron sus cariñosos papás.
Aunque su pene estaba húmedo y latía encima del vientre el chico.
El amo también resoplaba tranquilo y su verga empezaba a dar muestras de que abandonaba el sueño y se estiraba para desperezarse.
Y Dani terminó de excitarse con semejante panorama.
Tenían un largo día por delante antes del fin de semana y por eso su amo debía levantarse de la cama de prisa para estar en el cuartel antes de que el general pidiese la documentación que habría de llevar a la junta de jefes que se celebrada a media mañana.

Dani se atrevió a besarle los labios y decirle: “Amo, se va a hacer tarde para ir al cuartel. Quieres que prepare el baño y el desayuno, amo?”
“Sí, Dani. Pero antes quiero follarte. Ves como está de tiesa mi verga? Pues siéntate en ella y clávatela en el culo. Y acerca la boca que voy a morrearte mientras te doy por el culo. Así... sigue. Sigue. No pares de moverte y ordéñame hasta la última gota de leche apretando el ojete. Hummm, Dani... Me gustan tus labios y esa lengua que no para de moverse en mi boca”.


El olor a polla y al culo ensartado de Dani despertó la lívido de Raúl y sus labios se relamían viendo a su compañero pinchado en el amo como una guinda.
Y José volvió la cabeza hacia él y le dijo: “Para ti será mi leche y Dani te la dará en la boca sentándose sobre ella en cuanto le saque la polla del culo. Y luego te mearé dentro de la tripa. Así que lubrícate con saliva para que entre mi chorra por tu ano antes de que se ponga flácida después de correrme en las tripas de tu compañero... Esta noche voy a freírte los huevos y el pito con cera para depilártelos y no dejarte ni un pelo en las bolas, como las de Dani”.
“Sí amo. Qué puedo hacer para agradarte tanto como Dani, amo?”, preguntó Raúl.
Y José le respondió: “Nada... Tú eres diferente y de otro estilo...Y cada uno me agrada de forma distinta...No pretendas imitarlo porque para ser así ya está él... Tú eres un tipo que inspiras morbo y usarte con dureza y a tope. Y además de estar muy bueno, hay que sacarte todo el vicio que llevas dentro y es mucho... Eres un perro cuyos límites de sometimiento aún tengo que explorarlos y creo que son muy amplios...Tú me agradas también a tu estilo, Raúl... Y cuanto más te entregues, más afecto sentiré por ti”.
“Gracias amo. No quiero vivir siendo otra cosa que el esclavo de mi amo”, añadió Raúl.
Y se puso de rodillas sobre la cama, tras su compañero, aguardando la orden de su dueño para recoger se esperma al salir por el ojete de Dani.

Esa jornada fue muy movida en el cuartel y el capitán no dejó ni un momento de ayudar al Jefe para preparar la reunión de su estado mayor.
Los chicos estaban en la antesala esperando órdenes y Dani quiso hablar con su colega de lo que les había pasado en tan poco tiempo.
El chaval le dijo al otro: “Te gustaba que te la mamase y darme por el culo?”
 “Sí” , respondió Raúl.
“También te gustaba pegarme e insultarme?”, insistió Dani.
“No, pero me sentía mejor y así despreciaba lo que sentía al estar contigo y sentir placer”, afirmó Raúl.
“Sentías algo más por mi?”, quiso saber Dani.
“A que te refieres?”, preguntó Raúl.
“Si alguna vez tuviste ganas de besarme en la boca o llegaste a desearme”, preguntó Dani.
“Sí... Muchas veces... En realidad siempre te deseaba cuando te obligaba a chuparme los pies o la polla y más cuando te follaba”, contestó Raúl.
“No me odiabas y estabas deseando dejarme?”, quiso saber Dani.
“No. Pero tenía miedo a enamorarme de un tío y admitir que era marica como él”, aclaró Raúl.
"Por eso quisiste venderme?”, le espetó Dani.
“Sí. Y porque necesitaba dinero ya que me había gastado todo en ropa. Y antes de cobrar el precio por venderte, me pulí el resto para saber si podía follar con tías. Nunca lo había hecho aún”, afirmó Raúl.
“Lo hiciste?”, indagó Dani. Y Raúl dijo:
“Sí. Lo intenté. Pero no se me puso dura y no fui capaz de metérsela por el coño. Me dio asco”.
“Y las peras grandes que siempre decías?”, preguntó Dani.
“No se las toqué y me largué corriendo. Luego fui a cobrar el dinero de tu venta y me atraparon aquellos dos tipos con uniforme y el resto ya lo sabes”, confesó Raúl.
 “Nunca sentiste nada por mi”, afirmó Dani.
Y Raúl lo miró de frente y añadió: “Eso no es cierto. Soy un estúpido pero creo que te quise desde que te conocí y me gustas la hostia. Lo que pasa es que ahora somos sus esclavos y yo no podía imaginar que se sentía cuando un tío como el capitán te mete toda esa verga o te obliga a mamársela. Ahora me gusta más eso que metérsela por el culo a otro tío. Y me gusta un hombre tan fuerte y tan macho”.
“A mi también me gusta el amo. Y creo que estoy enamorado. No me imagino sin ser suyo ni estar a su lado”, dijo Dani.
“Creo que seremos sus esclavos para siempre, Dani”, puntualizó Raúl.
Y Dani le preguntó: “Te gustaría escapar y ser libre otra vez?”
Raúl contestó: “No puedo porque me denunciaría por lo que te hice y mi vida sería un infierno. Además ahora no quiero irme de sus casa ni dejar de pertenecerle como esclavo. Creo que nací para eso y me siento feliz por primera vez en mi vida, aunque me pegue y me torture”.
“Yo tampoco quiero que me deje y me abandone y sé que mi sitio en el mundo es ser suyo solamente. Y puede hacerme lo que quiera”, aclaró Dani.
Pero Dani insistió: “Te gustaría volver a follarme como antes?”


Raúl lo pensó y dijo: “Sí, pero si el amo lo ordena. Entre eso y complacerle a él prefiero que me use a su antojo y me de por el culo hasta que se canse de abrírmelo a tope. Y me pone a cien cuando me mete la mano por el ano y hurga dentro de mi...No quiero renunciar a ser su puta por follarte a ti”.
Dani miró a los ojos a su compañero y también le explicó: “Yo tampoco quiero que deje de usarme y me entregue a otro como hacías tú. Eso es lo que más me costaba hacer y me daba mucha vergüenza. Pero si tu lo ordenabas, entonces yo hubiese hecho cosas aún peores por ti, pero haré muchas más por el amo si él me lo manda. Por eso, si el quiere volveré a lamerte los pies y el culo o la polla. Y me abriré de patas para que me vuelvas a hacer daño con tu verga dentro de mi como antes. Si el amo lo desea seré de quien él disponga, pero no me sentiré una puta por ello, sino solamente su esclavo y un juguete más de los que usa con nosotros en lo que llama sesiones de juegos sexuales. Creí estar enamorado de ti Raúl, pero ahora al que quiero de verdad es al amo. Aunque no voy a negar que también te quiero, pero de otra manera. Me sigues gustando mucho y es más que cariño, pero no es lo mismo que con el amo. Sin él ya no podría ser feliz”.
Raúl, bajo la vista al suelo, se sonrojó ligeramente y añadió: “ Yo si te quiero todavía. Y siento mucho más que cariño por ti y me pones cachondo al verte. Pero también quiero ser del amo y no pensar en otro cosa que en servirle y estar con vosotros”.

El capitán escuchaba la conversación de los chavales por un micro instalado en el despacho, oculto a la vista, y sonreía complacido al comprobar que ambos ya eran suyos sin la menor cortapisa ni reserva. Y de pronto le entraron unas irresistibles ganas de abrazarlos y besarlos a los dos.
Y pensó: “Esta noche le daré al general un espectáculo especial. Dejaré que los chicos hagan una competición entre ellos para ver cual es el que se mete un consolador más gordo y grande por el culo. Y el que no sepa elegir bien lo que sea capaz de tragarse, tendré que azotarle las nalgas como escarmiento. Espero que Dani lo tenga claro y no pretenda ganarle en eso a Raúl. Este ya está mucho más dilatado y le entra mi mano sin dificultad y al otro todavía no lo he sometido a nada de eso. Ni tampoco le metí demasiados dildos o conos que no tuviesen un tamaño más o menos normal. Bueno. De mayor calibre que mi verga, que ya le llega para un culito tan tierno como el suyo. Creo que será lo suficiente listo para no intentarlo ni hacer bobadas. Raúl es más competitivo y aunque se reventase el ojo del culo sí lo haría por quedar como el gallito del corral. Ese muchacho tan chulo tiene buen potencial. Todo es cuestión de domarlo y meterle en su cabezota que ser macho no es ir por la vida pisando y aprovechándose del resto. Para se macho hay que saber amar, respetar y comprender a los demás. Y protegerles de los desalmados, sobre todo. Al general le va a gustar el juego, porque creo que es algo realmente morboso. Ver al sumiso dudar, sopesar, elegir, mirarte con duda en los ojos. Y más tarde el miedo a que eso no entre entero, mientras la correa o la fusta se balancea en mi mano, antes de forzarle el ano y hundírselo hasta el fondo por ambicioso y estúpido. Pero antes los follaré yo para abrirles el culo y que sea más fácil la penetración”.


 Los dos soldados escucharon la voz de su amo por el intercomunicador ordenándoles que entrasen en su despacho.
Y le dijo: “Hemos terminado por hoy la jornada. Nos vamos a casa y el general vendrá a comer conmigo. Espabilaros y servirnos con esmero, poniendo la mayor atención en todo con mi invitado, que es nuestro jefe. El general es un buen hombre y merece el respeto de todos. Cuando lo conozcáis mejor llegaréis a apreciarlo tanto como yo. Recoger las cosas y salgamos pronto que hay mucho que hacer en casa antes de que llegue nuestro querido general”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario